Edgardo Korovsky es un argentino radicado entre nosotros desde ya larga data. Nos dice: “Siento que aquí está mi casa, mi familia, el trabajo”, pero refiriéndose a Buenos Aires, concluye: “y allí mi historia”. Una historia forjada desde un padre inmigrante judío y una madre de origen gaucho-judío. Desde siempre, no podría ser deotra manera, dados susa orígenes, fue un nostálgico, y la nostalgia, se sabe, es madre de la poesía. Su temprana vocación de poeta no fue abatida por su militancia estudiantil en el convulso Buenos Aires de los años 60, ni por el título de médico que enorgulleció a su familia, ni por sus éxitos como psicoanalista, y hoy, arañando la cincuentena, retoma su juvenil vocación y nos entrega su primer opus que es una síntesis de vida donde campea un fino y decantado humor y donde con justicia la no peéticatwerminología médica se integra en una estética de la ternura.
Desde ayer apenas - poesías
Edgardo Korovsky es un argentino radicado entre nosotros desde ya larga data. Nos dice: “Siento que aquí está mi casa, mi familia, el trabajo”, pero refiriéndose a Buenos Aires, concluye: “y allí mi historia”. Una historia forjada desde un padre inmigrante judío y una madre de origen gaucho-judío. Desde siempre, no podría ser deotra manera, dados susa orígenes, fue un nostálgico, y la nostalgia, se sabe, es madre de la poesía. Su temprana vocación de poeta no fue abatida por su militancia estudiantil en el convulso Buenos Aires de los años 60, ni por el título de médico que enorgulleció a su familia, ni por sus éxitos como psicoanalista, y hoy, arañando la cincuentena, retoma su juvenil vocación y nos entrega su primer opus que es una síntesis de vida donde campea un fino y decantado humor y donde con justicia la no peéticatwerminología médica se integra en una estética de la ternura.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)